
(c) Slava Bowman
Volvamos al origen de la palabra, pensemos en el término ‘expatriación‘. Ahora mismo, sentada en mi escritorio en mi pequeño apartamento al sur de París me siento cual Carrie Bradsow en Sexo en Nueva York pensando sobre el tema de su nueva columna. ¿Qué soy yo? ¿Una expatriada? ¿De verdad me siento así? ¿Me fui de mi país ‘voluntariamente‘? ¿Es una pesadilla interminable esta tortura de vivir en el extranjero? Seguir leyendo