Siempre digo lo mismo: ‘Volví de Londres contenta‘. Sí, claro que tuve la típica última semana de nostalgia, pero, en general, volví a mi querido Bilbao contenta. Tenía un trabajo esperándome y sabía que iba a vivir mejor que en Londres. Londres es una ciudad increíble, pero puede quemar mucho, sobre todo, si tu presupuesto es escaso. Me pasé años intentando convencer a amigos para visitar Londres y, al final, acabé viviendo allí casi siete meses, gracias a las becas del Gobierno Vasco: Global Training. ¿Quieres saber cómo funcionan y cómo fue mi experiencia?
2012: Primera promoción de ‘Global Trotters‘
Llamaré ‘Global Trotters‘ a todos los jóvenes que han recibido una beca ‘Global Training‘. No es un nombre oficial, pero el primer grupo de Facebook creado para estas becas se llamo así y la verdad es que creo que además de tener sentido, tiene bastante gracia, así que ¡Global Trotters al poder!
¡Cuánto ha llovido desde que pedí esta beca!Nada más y nada menos que 4 años y aún me parece que fuera ayer. Era la primera vez que lanzaban estas becas y fue un auténtico boom. Todos los jóvenes que cumplían mínimamente los requisitos se presentaron. Desde mi humilde opinión diré que, por lo que vi, les pilló un poco grande: la organización no fue mu buena y acabaron saturados. Por eso, el sistema cambió bastante desde la segunda convocatoria. De los errores se aprende.
En la primera convocatoria hubo unas 10 entidades que se ocupaban de otorgar las diferentes vacantes. Podías enviar tu solicitud a todas las entidades y eso es lo que hicimos la mayoría. Era lógica pura: más entidades, más posibilidades.Por eso, muchos acabamos haciendo entrevistas personales con varias entidades y recibiendo ofertas de más de una. Con lo cual, los becarios tenían que elegir un puesto y un destino y dejar ‘tirado’ a la otra entidad. De ahí que diga que fue un poco caótico.
En aquel primer año, pocas entidades publicaban las ofertas que tenían, así que no postulabas a un puesto, si no que con tu perfil, la entidad buscaba un puesto que fuera acorde a tus expectativas y te lo proponía. Ahora es, más bien, al revés: los candidatos postulan a un puesto que quieren y la entidad junto con la empresa seleccionan al candidato más adecuado.
En 2012 fuimos 430 becarios: titulados universitarios superiores, diplomados y jóvenes con grado superior de FP. El límite de edad estaba establecido en 30 años, había que tener un nivel de inglés C1 y haber estado empadronado en Euskadi durante el último año. Yo no tenía el C1 de inglés en aquella época, pero te daban la oportunidad de presentarte a un examen de nivel (escrito-oral) y saqué buena nota, así que, en ese sentido, no tuve problemas.
Una vez seleccionados, teníamos una formación teórica de unas 50 horas. Fue una formación interesante, no sé hasta qué punto me resultó útil en Londres, pero descubrí temas interesantes como la inteligencia emocional. El curso se realizaba en el País Vasco y después tocaba volar hacia el destino y comenzar la aventura.
El proceso de selección
Eterno o al menos, a los que habíamos solicitado estas becas se nos hizo eterno. Como ya he comentado, el primer año fue un descontrol y hubo entidades que mandaron a sus becarios en enero-febrero del año siguiente. ¡Y se tenían que haber ido en octubre según la convocatoria!!
Mi entidad se organizó, en ese sentido, bastante bien. Quizás tenían más facilidades y jugaban con ventaja, porque sólo contaban con dos destinos: Londres y Dublín. El resto de las entidades ofrecían muchas oportunidades fuera de Europa, sobre todo, en Latinoamérica (tengo amigos que se fueron con esa convocatoria y aún no han vuelto). Mi objetivo era practicar inglés, así que UK era mi destino ideal. ¡Estaba encantada!, aunque ahora me arrepiento un pelín de no haberme ido ‘más lejos’.
En teoría, las solicitudes se tienen que enviar en junio, en julio se realiza la selección (pruebas de idioma, entrevistas etc) y en septiembre los seleccionados hacen el curso y en octubre se van y empiezan las prácticas en el lugar de destino. Así de sencillo. La primera convocatoria de Global Training no cumplió mucho estos plazos, pero tengo que decir que en las siguientes han mejorado bastante.
Mi experiencia
Buenísima. Fui a Londres con objetivos claros: quería mejorar mi inglés y coger experiencia DE VERDAD (no haciendo fotocopias) y fui a por ello desde el minuto cero. Nos mandaron hacer un vídeo de presentación en inglés para las diferentes empresas y yo fui muy directa en ese punto.
Tuve que hacer un par de entrevistas telefónicas. La primera empresa que me cogió decidió que tenía demasiados becarios en el último momento y me dejó ‘sin prácticas’ cuando ya estaba en Londres, así que los primeros días me los pasé haciendo más entrevistas y acabé en una empresa francesa. Sí, una empresa francesa en Londres: mi jefe francés, mis compañeros franceses, así que ¿dónde estaba mi objetivo de mejorar el inglés? : hablé con mi jefe y después de un mes me cambié a otra empresa: una ONG inglesa. Exactamente lo que quería. Tuve que hacer una prueba escrita de tres horas y una entrevista con 3 miembros de la empresa, pero ¡mereció la pena!
Yo me dedicaba principalmente a organizar eventos corporativos en distintas ciudades de Reino Unido. Era la responsable de todo lo que tenía que ver con estos eventos: selección de personas, materiales de diseño, reservar el sitio, enviar los materiales etc etc. Me pasaba muchas horas al teléfono y, aunque aún me acuerdo del miedo y respeto que me daba al principio, acabé hablando por teléfono con bastante soltura y sin ningún miedo. No era LA BECARIA. Era una más. Claro que, a veces, hacía una ronda de tés para todos, pero también lo hacía mi jefa que era una superadicta a la teína (algo muy habitual en UK).
Sin embargo, tengo que remarcar que tuve suerte. Muchos de mis compañeros (becarios de Global Training) se pasaron los seis meses ‘haciendo nada‘: viendo películas, limpiando, repartiendo panfletos…, así que es cuestión de suerte y de actitud, pero siempre puedes quejarte y pedir un cambio, aunque antes de montarla parda, habla con tu responsable e intenta que te de más responsabilidades.
¿Pueden contratarte?
¡Claro que sí! De hecho, conozco a un par de ‘Global Trotters‘ que les contrataron después. No es seguro 100%, siempre hay empresas que se nutren de becarios, pero otras ofrecen oportunidades de verdad. A mi me ofrecieron quedarme, pero lo que me podían ofrecer, para ser sincera, no era un chollo y mi ‘hartazgo’ de Londres y un trabajo en Bilbao me hicieron rechazar la oportunidad, pero agradecí mucho que valoraran mi trabajo y los esfuerzos que hice. Además, para mi despedida me regalaron una caja gigante de bombones, de verdad, ¡enorme!, y al día siguiente me iba, así que ¡zampada de bombones en casa esa tarde!
A día de hoy sigo en contacto con alguna compañera de trabajo; al fin y al cabo, ¡nunca sabes a dónde te puede llevar la vida!
4 comentarios en “Global Training y mi aventura londinense”