Mi plan favorito de domingo cuando estoy en Bilbao. Sobre todo, si es invierno. Llueve, hace frío, no quieres salir de casa, pero, al mismo tiempo, echas de menos ‘ese olor a mar‘. La tetería ‘La Jaima‘ en Muskiz es la solución. ¿La conoces?
Dónde
Justo enfrente de la playa de La Arena. Vale, no tiene vistas al mar, pero puedes oler el salitre en el ambiente.
Cómo
Desde fuera, parece una cueva, su entrada pasa fácilmente desapercibida, pero en cuanto entras, descubres un local decorado al estilo árabe, con teteras de verdad, sofás, batidos naturales y una extensa carta de tés. Además, para los días veraniegos, también cuenta con una terracita, apta también para los fumadores en invierno. Eso sí, lo mejor, sin duda, es su interior.
Quién
Entre su clientela hay todo tiempo de personas y de todas las edades. Algunos somos asiduos del lugar y ya reconocemos a los ‘txikiteros’ del pueblo, las cuadrilla de ‘pijitas’, las parejitas -jóvenes y no tan jóvenes-, los grupos de cuarentaiñeros (sí, acercándome a la treintena…no quiero pensar que con 40 me llamarán ‘cuarentona’, aunque aún me quede). Por lo tanto, en esta tetería todo el mundo se siente a gusto, todo el mundo encaja. Además, si eres amante de los tés, ¿qué más se puede pedir?
Los tés
Tienen una carta con muchooos tés, puedes leer sus ingredientes etc o elegir al azar o, como hice yo, pedir la recomendación de la camarera. Desde ese primer día en el que la camarera me recomendó ‘el té paquistaní con leche’, mi gusto no ha cambiado. ES MI FAVORITO, sin duda. Puede que me guste porque no soy superfan de los tés y la leche le aporta un poco de textura y eso me encanta. Siempre te dan una pastita o una galletita. Antes daban unas galletas con chocolate que estaban muy buenas, ahora han cambiado por palmeritas. Aunque sigo prefiriendo todo lo que tenga chocolate, cambiar, de vez en cuando, siempre es bueno.
Las teteras
Las especialidades de ‘La Jaima’ son los tés y las infusiones y los sirven en pequeñas teteras de plata. Puedes coger teteras para una persona o para dos, una grande, por unos 5€. No voy a decir que es barato, pero viviendo en París, diría que no está nada mal. Además, tienen batidos naturales, sorbetes, copas de helado y distintos tipos de café. Yo suelo ser fiel a mi té paquistaní con leche, pero alguna vez, después de estar en la playa tostándome al sol en pleno agosto, me he tomado un batido de chocolate y…mmm, ¡buenísimo! Por cierto, más de un domingo he visto a varias personas con copazos, yo diría mojitos o algún tipo de cocktail y no tenían nada mala pinta, pero, claro, ya sabes, si vas en coche…¡mejor no!
CONCLUSIÓN: Para mi el plan ideal de ‘domingo lluvioso‘. Un té rico, calorcito y ambiente distendido. ¿Se puede pedir más?
Nómada de mudanza 