Un sábado soleado de enero, de esos que te dan un chute de adrenalina. Bares llenos, poteo, ganas de descubrir algo nuevo y una reserva en el Arima, ¿qué más se puede esperar? Seguir leyendo
Un sábado soleado de enero, de esos que te dan un chute de adrenalina. Bares llenos, poteo, ganas de descubrir algo nuevo y una reserva en el Arima, ¿qué más se puede esperar? Seguir leyendo