À bientôt Paris!

Ya es hora de decir adiós, el luto ya está superado. Meses han volado desde que cogí ese avión que me llevaría, de nuevo, al punto de partida. O quizás no, porque… ¿cuál es el punto de partida? No, este no es un adiós, ni un «cuánto tiempo!». Este sólo es un nuevo camino.

Cómo decir «agur»? No se puede. No sé puede decir «agur» a ese sitio que tanto te ha dado y que se había convertido en tu hogar, aunque no te hubieras dado cuenta. Ya sabes lo que dicen, no valoras lo que tienes hasta que lo pierdes y así es, cuando se te escapa de las manos te das cuenta de lo importante que es para ti, de lo que ha significado. Es un sentimiento triste, sí, puede, pero también bonito, porque significa que una pequeña parte de mi siempre vivirá en París…en Londres, en Viena, en Bruselas…

Algunos lo llaman nostalgia, pero yo veo la nostalgia relacionada con el sentimiento de querer volver atrás. Retroceder el tiempo, no evolucionar. De lo que yo estoy hablando es otra cosa. Es sentirse agradecido por las aventuras vividas. Por las risas y los llantos. Por los amigos. Por las calles desconocidas. Pero con ganas de ver qué traerá este nuevo capítulo. Sin olvidar. Nunca. Pero con ilusión.

Toca volver a empezar. Es como la vuelta al cole. Compras cuadernos nuevos, ropa nueva, empiezas actividades nuevas, conoces a compañeros nuevos, pero rodeado de «esos», los de siempre, los que siempre te acompañan en el camino. Toca hacer reset, tomar decisiones, ir a por todas, pero despacio, con calma, porque, como ya dije una vez…volver, aunque sea con alegría, no siempre es tan sencillo. Toca controlar las emociones, la intensidad. Todo es nuevo y viejo a la vez, a veces como un déjà-vu que te mueres por vivir una y otra vez. Otras veces el camino se convierte en una cuesta: demasiadas emociones, demasiadas cosas nuevas, demasiado.

Yo no tengo duda de que merecerá la pena y después de unos meses de desconexión, ya toca volver a la carga, porque no puedo esperar para ver lo que me traerá esta nueva oportunidad.

Siempre nos quedará Paris…