A favor o en contra de… LAS AMISTADES CON EL SEXO OPUESTO

Por Jess Waldorf

Tema de debate sin fin, en libros, películas, charlas con un café entre amigos en cualquier lugar del mundo… La pregunta está clara; ¿pueden hombres y mujeres heterosexuales ser amigos? Una vez más, la respuesta parece bastante obvia. Sí, claro. ¿Cómo no van a poder? ¿Acaso no tener el mismo sexo puede impedir una relación amistosa? Y con no poder me refiero claro, a que alguna de las dos partes empiece a querer algo más allá. Que el término “amistad” pueda quedarse corto.

Hay algo más que también entendemos; si la respuesta fuera tan simple y categórica, esta cuestión no habría dado y seguirá dando, tanto juego. Todos conocemos, si es que no nos ha pasado a nosotros mismos, amigos que dejan de serlo para convertirse en pareja, follamigos, o simplemente gente atrapada en la “friend zone”. Que hay muchas amistades chico-chica perfectamente sanas y funcionales, no lo dudo, pero que también son muchas las que hacen aguas y tarde o temprano se irán a pique… también lo sé.

AMIGOS DE LA INFANCIA

Creo que esta es una de las pocas categorías en las que es más probable que la amistad entre ambos sexos pueda quedarse en eso, en una amistad. Os conocéis desde niños, o desde la adolescencia. Habéis pasado por muchas cosas juntos, y sinceramente ya no le/la ves como un chico o una chica, es tu colega, independientemente de su sexo.

Valoras además, lo que puede aportarte su manera de ver las cosas. Sois algo así como hermanos, y por lo tanto, no tiene por qué llegar a enrarecerse la cosa. No tiene porqué, aunque siempre puede pasar. Y también se dice, que no hay nada mejor que enamorarte de tu mejor amigo/a.

AMISTADES DE “NUEVA CREACIÓN”

En la universidad, cursos de idiomas, deportes, viajes… hay innumerables ocasiones para conocer gente y crear nuevas amistades. Algunas de ellas, claro está, con personas del sexo opuesto. ¿Eso conlleva la posibilidad de que la relación comience por que una de las dos partes está “interesada” en la otra? ¡Obvio! Esto no quiere decir que haya que ser “malpensados”, en el sentido de que, si alguien parece querer conocerte más, en plan amigo, necesariamente sea porque pretende llegar así a meterse en tus bragas. Pero, puede ser una posibilidad.

Saber leer las intenciones de un recién aparecido posible amigo puede ser una tarea compleja. Dependerá de la facilidad que tengas para calar a las personas, de lo evidente que pueda resultar lo que quiere de ti… y a veces ni con esas lo sabrás. Supongo que se trata sobre todo de valorar si te puede interesar comenzar a conocer a esa persona, y después ya se verá a dónde va la cosa.

FRIEND ZONE

¿Habéis visto la película “Pagafantas”? Explica de manera muy cómica cómo muchos y muchas se pasan tiempo atrapados en esa terrible situación. Sabes que te mola, pero para él/ ella, solo eres un amigo/a. Y tú sigues ahí, esperando a que la otra persona vea que no hay nada que impida que podáis tener un final de cuento. Que si tan buenos sois como amigos, seríais aún mejor pareja. Pero el otro no cae en la cuenta. A veces porque ni siquiera sabe las verdaderas intenciones del “atrapado” en la zona, y otras, porque simplemente no puede o quiere verle como opción a nada más. ¿Conclusión? Amistad en cuarentena. Alguien va a sufrir. Esa relación puede no terminar muy bien. O básicamente, puede terminarse.

FOLLAMIGOS

Este es un término moderno para llamar a lo que siempre ha sido, ¡qué coño haces tirándote a tu amigo! Y es un ¿qué hostias andáis? Porque aunque de primeras parece una idea estupenda, desde fuera se huele la catástrofe a kilómetros. Tú piensas, ¿por qué no? Él no está con nadie, yo tampoco, nos llevamos bien, hay confianza, me atrae físicamente… ¿Qué puede salir mal? Pues todo. Para empezar hay que asimilar y ser consciente de que una vez cruzada la línea, no hay marcha atrás. Te ha visto desnuda. Te ha oído gritar. En fin. No, ya nunca seréis los mismos. Y eso, hay que sopesarlo. ¿Cuáles son las opciones de los follamigos? En el mejor de los casos, ambos se pillan, y de una amistad, pasa a sexo sin compromisos, y de ahí a una relación de pareja. Idílico, ¿no?. Eso claro, cuando todo este asunto no te estalla en la cara, que suele pasar. Es decir, puedes estar en esta situación un tiempo limitado. Tarde o temprano uno de los dos encontrará pareja, o rollo o lo que sea, y… ¿qué hace el otro?. O, también es posible, que uno de los dos quiera algo más que un “cuando nos apetezca, lo hacemos”, y el otro no. Lo que es un MARRÓN. Es decir, de aquí hay una única buena solución, porque lo de tirarte a tu colega y después volver a ser amigos como si nada… es más bien difícil.

AMIGOS QUE SE CONFORMAN CON SER AMIGOS

Y luego está este otro tipo. No son los mismos que los de la friend zone. Este tipo ha reconocido que le gustas, pero le parece bien que seáis amigos. Aquí se plantean muchas cuestiones. Entre ellas, si realmente es posible no hacer nunca nada para intentar tener algo con esa persona. Y si la otra parte implicada puede realmente sentirse realmente cómoda obviando lo que su amigo siente. Supongo que poder, se puede, pero es, cuanto menos, una situación un tanto peliaguda.

MEJORES AMIGOS

Todo va bien, tenéis muchísima confianza, años de amistad a vuestras espaldas. Nunca ha habido ningún indicio de que alguno de vosotros quisiera algo más. Pero, de repente uno de los dos conoce a alguien. No se trata de tener celos, si no de que probablemente las cosas ya no puedan ser iguales. Tienes menos tiempo, porque ahora tienes que repartirlo entre la que era la chica a la que se lo contabas todo y la chica con la que actualmente sueñas. Se puede conseguir llevar bien, claro, pero siempre supone un pequeño reto que tendrán que solventar los mejores amigos.

¿PUEDES LLEGAR A SENTIR ALGO POR UN AMIGO?

Esta creo que también es una cuestión interesante. Habrá tantos casos como distintas somos las personas y las relaciones. En mi humilde opinión, no hay una respuesta tajante.

Por una parte, soy una firme defensora de que el que la sigue la consigue. No siempre, claro está. Tiene que unirse a el hecho de que os llevéis muy bien, a la capacidad de la persona para empezar a verte de forma distinta. Y, condición indispensable, conseguir que haya ATRACCIÓN FÍSICA. Si se consigue esto… ¡premio!

Pero por otra… Hay gente que te cae genial, con la que pasas ratos divertidos, puedes hablar de muchos temas diferentes, pero simplemente no la ves como pareja. Más allá del tema del físico. No cualquier persona es un candidato potencial con el que tener una relación. Podemos enamorarnos de una persona, y que las cosas que no nos gustan dejen de ser tan importantes, pero de primeras, todos buscamos una serie de cualidades en el otro. Y, en tus amigos ya las conoces. Y hasta la fecha no las has considerado… para nada más.

NO HAY UNA SOLA RESPUESTA

Como para el amor, para la amistad no hay recetas mágicas, ni entre personas del mismo sexo, ni entre chicos y chicas. Hay mil motivos por los que puede surgir esta relación, y de las dos partes depende trabajar en ella para que se vuelva sólida y duradera. Cuando alguien quiere más, hay que ser muy consciente de qué se quiere, y de cuánto se quiere, porque puede ser lo mejor que te ha pasado jamás, o un error que lo arruine todo.

De cualquier forma, de la misma manera que con un chico puedes perder la amistad por temas de confundir qué sois, se pierden muchas relaciones con amigas por distintos motivos. Solo que parece que en el primer caso, se necesita justificar cuál ha sido la causa.

Enumeradas las opciones que pueden, por cuestión de sexualidad, complicar una relación entre personas que podrían llegar a atraerse, hay que ser consciente de las cosas positivas que también aporta. Como poder disfrutar de tener la opinión sincera de alguien del sexo opuesto, que seguro que te da consejos que tus amigas no podrían, porque es así, los hombres y las mujeres vemos muchas cosas de forma distinta. Así que… ¡viva la variedad!

Autor: Jessica Waldorf Profesora que no para de aprender. Viajando por este mundo con un solo objetivo; ¡ser lo más feliz posible!