
Poltergeist (1982)
Siempre acudo al cine cuando quiero llenar alguno de los vacíos que me atormentan de vez en cuando. Como cuando la adicta acude al tabaco o a las compras. Reclamo al televisor hipnotizada deseando que me saquen de mí, que me deshabiten y me llenen de una historia bien contada.
Se me ha ocurrido hacer un resumen de los filmes que más me han «llegado» en el último año. No se trata de las mejores películas que haya visto ni de aquellas que más me han gustado, pero sí de 5 historias de género y naturaleza muy dispares que me parece tienen alguna lección que dar a algún perdido espectador como yo.
Beautiful girls

Beautiful girls (1996)
“Hay que tomar las decisiones basándose en lo que uno quiere, no en lo que uno no quiere.”
Noventera. Me encantan las historias noventeras. Me traen ese aroma de cuando éramos libres de las endemoniadas pantallas de la tablet o el móvil. Es curioso que no la hubiese visto hasta ahora.
Soy bastante reacia a ver comedias románticas (salvo excepciones) porque me parece horrible visionar historias que pretenden ser «reales» con guiones y personajes predecibles y edulcorados en exceso que bien lejos están de ser creíbles. Sí, es ficción, pero ficción inverosímil. Y odio la inverosimilitud. Porque entonces no me creo el cuento. Me parece más plausible un Poltergeist que una Pretty woman.
Y cuánto tiene Beautiful Girls de plausible. Plantea cuestiones, pero no da respuestas. Un grupo de veinteañeros (treintañeros?) se enfrentan a sus propias inseguridades, dudas, miedos… con un guión que atrapa y conmueve, sin necesidad de dulcificaciones (las justas).
Hasta los huesos

Hasta los huesos (2017)
«Deja de esperar que la vida sea fácil. Deja de esperar que alguien venga a salvarte».
Una película sobre la anorexia originalmente abordada que va mucho más allá del deseo de querer estar más delgada/o. Una muestra de la semilla autodestructiva que todos llevamos dentro y de cómo, si se la alimenta adecuadamente, nos convertimos en nuestro peor enemigo.
Los pensamientos y emociones de la protagonista no distan en demasía de los que pudiéramos tener cualquiera de nosotros. Ninguno estamos libres de neuras parecidas, aunque a estas personas se las mire como bichos raros por encima del hombro con expresión de no entender. Este filme fue una ventana a entender, a empatizar y a reconocer pensamientos que alguna vez tuvimos.
5 centímetros por segundo

5 centímetros por segundo (2007)
«Y una mañana, cuando por fin comprendí que me había perdido todo lo hermoso de esta vida, supe que había alcanzado mi límite, y dejé de buscarla…»
No puedo hacer una lista de películas que enseñan sin nombrar a Makoto Shinkai, mi nuevo director fetiche. Aunque la belleza visual combinada con la belleza de las palabras pueda generar cierto «empacho bellecil», desde luego no deja indiferente. Una historia sobre las fases que atraviesan tres personas. Las fases a veces felices, a veces tristes y a veces absurdas. Como la vida misma. Un final y una banda sonora soberbios, (¡ojo! posible spoiler en el vídeo: especial atención a One more time, one more chance, que corre el riesgo de convertirse en una de mis canciones favoritas). Una joya de película que nos enseña que las cosas pasan, sin culpas ni culpables, pasan y punto. Poesía en todos sus sentidos, que requiere más de un visionado para ser exprimida al máximo.
Múltiple

Múltiple (2016)
«Vemos a las personas que son diferentes y que sufrieron daño como inferiores. ¿Qué pasaría si fueran superiores?»
Dicha frase ya resume bastante. En la sociedad, lo diferente es el diablo. Todo lo que no responde a la norma, al cánon, es defectuoso. La película aborda sobre todo la cuestión de las personas que han experimentado sufrimiento en la vida.
Según el cánon, si no has tenido/tienes una vida maravillosa de revista, no respondes a la norma, al ejemplo. Cuando en realidad, la persona que ha sufrido, fracasado etc. puede tener muchas más herramientas para enfrentarse a ciertas situaciones. Una reflexión sobre hasta qué punto nuestros defectos son taras o son ventajas.
Passengers

Passengers (2016)
«Un amigo me dijo una vez: No te obsesiones tanto con dónde preferirías estar que olvides aprovechar donde estás.»
Para completar el popurrí, no podía faltar una superproducción americana, que, superando mis expectativas iniciales, logra arañar ciertas cuestiones profundas importantes, como la quimera de aprovechar el momento o el dilema ético de fastidiar al otro por el bien propio (comúnmente llamado egoísmo). Salvando los aspectos hollywoodienses que cada vez soporto menos como la perfección física continua que resta verosimilitud a la historia (otra vez con lo mismo…) y lejos de ser mi película favorita, me resultó toda una sorpresa digna de habitar esta lista.
Como siempre, agradezco recomendaciones de historias que os hayan «llegado» también en uno u otro sentido (la inverosimilitud también vale ;))
Adoro los roedores, y el mundo Disney. Considero que todos los problemas del mundo tienen su origen en la superpoblación y la incapacidad humana para ver lo auténtico. Para ser auténticos. |