Mi plan de vida

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El Principito (2015)

Por Ici Mouse

El Principito. Esas historias que no llegas a entender al 100% pero que de alguna forma te remueven algo por dentro cual tenedor en los espagueti. Te sientes identificado con lo absurdo, con lo abstracto, sin llegar a comprender del todo bien por qué…

El otro día vi la película. Independientemente de mi criterio y opinión cinematográfica, es innegable que, al igual que el libro, posee algunas secuencias verdaderamente esclarecedoras, que te dan un sopapo en la cara con una realidad aplastante como arma. La que más me impresionó (y ocurre al principio del filme) es la que muestra a una madre que, obsesionada con el futuro de su hija, le compone un plan de vida meticulosamente diseñado que no deja lugar a improvisación,juego, a incertidumbre. Años, meses, días y horas perfectamente planeadas en un mural enorme para lograr “su objetivo”, entrar en una buena escuela para llegar a ser una “buena adulta”.

La niña, al ser parte del entorno en el que ha crecido, toma esto como “normal”, el camino que hay que seguir. Su madre se lo dicta, su persona de referencia. Bueno, es lo que hay. El viejo mito de la cueva de Platón (investigadlo si no lo conocéis porque quizá contenga una de las verdades fundamentales sobre el funcionamiento del ser humano). BINGO! pensé. Nunca me lo habían mostrado tan bien. Qué poder tiene el cine para evidenciar lo disimulado, para llevar a flote lo sumergido en el letargo de nuestra inconsciencia. Vale, está llevado a la exageración (benditas hipérboles siempre tan ilustrativas), pero… ¿no es lo que hacemos hoy en día con nuestros hijos?

Cuando nacemos, nuestros padres ya han tejido un plan de vida para nosotros (de forma más o menos inconsciente), que poco a poco se va mimetizando con nuestra existencia hasta hacerlo nuestro propio. Tristemente, esos planes de vida cada vez se parecen más al mural de la madre de la película debido al sistema cada vez más competitivo donde tenemos que crecer. Estudios, inglés, deporte, toca un instrumento y en la media hora que te queda libre en la agenda quizá puedas salir a la calle simplemente… a ver qué ocurre por allí. 

 

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La familia Bélier (2014)

«La familia Bélier» cuenta otra historia parecida, la historia de una hija que decide tomar un camino alternativo al que planearon para ella. Cuenta de una forma muy bella la ruptura con «el plan» y todos los conflictos y dolores que esta acarrea.

Tomándome ciertas licencias y como regalo íntimo al blog, me gustaría finalizar esta entrada con un fragmento que escribí en mi diario personal (esto es totalmente cierto, también escribo para mí, por salud mental):

15 de enero de 2017, domingo

Todos los padres están sordos de alguna manera. Sordos ante los deseos e inquietudes reales de sus vástagos. Sordos ante cualquier indicio de alterar su pensado y planeado ecosistema. Solo eres una bola más en su mesa de billar, en su partida personal. Diles a tus padres que quieres un trabajo en Singapur y te tomarán por loca. Diles que vas a formar una familia y todos gritarán de alegría y puede que hasta te hagan una fiesta. Esa es la libertad de elegir. La democracia de los jóvenes, el libre albedrío que nos prometieron.

Estudia y podrás hacer lo que quieras. Pero no nos dijeron que los condicionantes emocionales nos iban a frenar más que cualquier circunstancia económica. Que nuestra mayor barrera la conformaban sus propios chantajes sociales. Que poder “hacer lo que quieras” supondría elegir entre el trabajo A o B (en el mejor de los casos), la casa A o B (si puedes) y, si acaso, dónde celebrar tu boda y cuántos hijos tener. Que cualquier inquietud y motivación que se saliese de ese esquema iba a ser cuestionado, criticado y violentado, sin ningún tipo de respeto.

La pregunta final para la moraleja es… ¿dónde acaba el plan de tus padres y empieza el tuyo? ¿Sigues en el plan de vida que tejieron para ti tus progenitores? Aunque la respuesta parezca fácil, yo tengo mis dudas. Los límites están tan desdibujados que no llego a vislumbrarlos del todo bien. Quizá necesito otras 10 películas sobre el tema para llegar a una conclusión medianamente válida.

De momento, mi plan de vida consiste en cenar unas fajitas. ¿El tuyo?

Ici MouseAutor: Ici Mouse
Adoro los roedores, y el mundo Disney. Considero que todos los problemas del mundo tienen su origen en la superpoblación y la incapacidad humana para ver lo auténtico. Para ser auténticos.

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