Me sorprende que, a día de hoy, todavía no se trabajen este tipo de valores en las escuelas o que los padres no pongan un especial hincapié en aspectos como la confianza, la independencia, la gestión de la incertidumbre etc. En el mundo en el que vivimos, tenemos que ser fuertes emocionalmente, tenemos que saber lo que valemos y que, aunque a veces no nos lo creamos, podemos con mucho más de lo que pensamos. Por eso, ¡quiérete!
10 MOTIVOS PARA APRENDER A QUERERTE
1. Nadie te apoyará y te cuidará tanto como tú mismo.
2. No podrás querer a alguien al 100% si no eres capaz de adorarte. Porque para que nos quieran los demás, primero, hay que quererse a uno mismo.
3. Ganarás confianza, porque sabrás que puedes valerte por ti mismo sin ayuda de nadie.
4. Serás más independiente. Dejarás de NECESITAR a los demás y aprenderás a DISFRUTAR con/de los demás, que no es lo mismo
Independencia: Cualidad o condición de independiente.
Independiente: Que no tiene dependencia, que no depende de otro.
5. Tendrás más autoestima. La autoestima no es ser creído, ni creerse superior, ni ser egoísta; la autoestima es valorarse, aceptarse y respetarse con el fin de mejorar y ser una mejor persona emocionalmente.
6. Aceptarás tus imperfecciones e intentarás mejorar, sin dejarte de querer. Sí, mi cuerpo no es el de la Giselle Bundchen y dudo que gane un premio Nobel en física, pero tengo otras cosas y puedo hacer muchas más. Puedo mejorar. Esa es la clave. Nadie es perfecto.
No lo digo solo yo…
7. La queja no será la reina de tus conversaciones. Irá reduciéndose poco a poco, porque serás capaz de ver todas las cosas buenas que tienes y hasta en las cosas malas, con esfuerzo, se pueden ver cosas buenas, porque todo lo que pasa, pasa por algo.
8. Cuida el diálogo interno. Tendrás cada vez pensamientos más positivos y sentimos lo que pensamos, así que serás más feliz.
9. No a la terribilitis. Te darás cuenta de que nada es tan terrible como parece. La lista de ‘cosas malas‘ que te pueden pasar en la vida es infinita, pero pocas no se pueden superar. Hacemos montañas de arena de simples granos, a lo mejor puñados…pero nada más. Nos parece lo peor del mundo que haya retraso un día en el metro y llegar tarde al trabajo, o nos agobiamos por la incertidumbre imperante en nuestra sociedad, o nos derrumbamos por una ruptura amorosa, pero, detente, ¡piénsalo! ¿Puede haber algo peor que eso?
10. Aprenderás a apreciar y a disfrutar del presente y a darle a las cosas la importancia que tienen. Al fin y al cabo, la vida es incertidumbre y ¡muy corta!
Voilà un ejemplo de superación:
CONCLUSIÓN: Quererse es un trabajo diario. Todos tenemos días malos, tenemos que aprender a aceptarlo. Olvidémonos de la cobertura y vivamos cada minuto al 100%, mañana será otro día. Toma decisiones, arriésgate, vive nuevas experiencias, conoce gente, cómete el mundo, ¡deja la dieta! Y, sobre todo, sonríe, porque es el mejor complemento para cualquier modelito y porque alguien que sonríe, canta y baila no puede ser infeliz.
Si quieres aprender más sobre cómo aprender a valorar las cosas en su justa medida y a ocuparte de ti mismo para hacer después felices a los demás, te recomiendo los libros de Rafael Santandreu. Sí, soy una fan.
Quiérete, persigue tus sueños y conseguirás lo que te propongas.
¿Te atreves a quererte?
Respecto a «que los padres no pongan un especial hincapié en aspectos como la confianza, la independencia, la gestión de la incertidumbre etc.», no me puedo callar, y con todo el respeto que merecen los progenitores de criaturas, MUCHOS (y lo pongo en mayúscula, aunque siempre hay excepciones) padres «de hoy en día» ponen especial hincapié en lo contrario. Ponen especial hincapié en facilitarles todas las comodidades materiales posibles y en solucionarles cualquier problema que tengan. No son conscientes de lo que están creando.
Al trabajar en una universidad, colisiono con la consecuencia de esto día a día. Me apena el alma ver a chicos de 18, 20, 25 años… que no son capaces de rellenar un impreso (porque siempre se lo han hecho los padres), de formular una pregunta cuando tienen una duda o de gestionar una situación que no sigue el camino de las maravillas que les han construido en casa. Jóvenes totalmente amputados de sus habilidades más necesarias por la sobreprotección de sus padres. Me parece cruel.
Solo espero que de una manera o de otra, mi generación (que son los padres que comienzan a serlo ahora) hayan percibido o sufrido esto y tengan la suficiente visión para corregir la tarea educativa. Porque esos estudiantes son nuestros futuros maestros, psicólogos, políticos y médicos.
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Ya…la verdad es que tengo que confesar que este post tenía un tono más ‘de enfado’ al principio, porque creo que hay cosas más importantes que memorizar fechas y nombres y que nos aportarán más herramientas para lidiar con la vida. Sin embargo, decidí dejar sólo un poco de crítica en la introducción y ser un poco más positiva en el resto del post, pero TIENES MÁS RAZÓN QUE UN SANTO! 😉
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