Inma, la chica de la habitación de al lado, mi compañera de aventuras londinenses, de muchas alegrías y alguna pena, ¡no podía escaparse a esta entrevista! Aterrizó en Londres (Reino Unido) dos días antes que yo, a finales de octubre de 2012, para disfrutar de su beca Global Training del Gobierno Vasco. Su paso por Londres lo define como “una experiencia enriquecedora tanto profesionalmente como personalmente”, porque claro, ¡los compañeros de piso siempre marcan un antes y un después!. ¿Quieres saber su opinión sobre esta experiencia?
País/ciudad de destino: Londres, Reino Unido
Empresa/tipo de empresa: Organización de eventos
‘Puesto’: Asistente en el departamento comercial
¡¡Queremos saber cómo eres!!
- ¿Cuál sería tu slogan? – “Prefiero no pensar, prefiero no sufrir”.
- Puedes tener un superpoder, ¿cuál sería? – Poder teletransportarme en el espacio-tiempo. Poder ir en cualquier momento a cualquier parte del mundo ya sea en el presente, pasado o futuro, con tan sólo cerrar los ojos y apretar los puños. Pensándolo mejor… al futuro, no. Es mejor dejarse sorprender por el destino.
- ¿Playa o montaña? – Si tengo que elegir en caso de vida o muerte, me quedo con la montaña, aunque me costaría mucho vivir sin tener cerca la sensación y el aire tan característico del mar. Por suerte, al vivir en el norte tengo las dos opciones a un paso.
- ¿Palabra favorita? – Armonía.
- Película de Disney favorita – Me decanto por la unión Disney-Pixar y me quedo con UP, sobre todo esos diez primeros minutos.
1. Becas hay muchas, pero ¿qué tienen las Global Training que no tienen otras?
Solicité la beca en la primera convocatoria así que no sabía mucho sobre cómo funcionaba y en qué consistía exactamente, pero lo que me movió a aplicar fue la posibilidad de trabajar durante 6 meses en otro país. Desde que empecé la carrera había tenido en mente irme una temporada a otro país pero siempre me retenía la incertidumbre del “¿cómo me voy a ir sola?”, “¿cómo voy a conseguir un puesto de trabajo en otro país si casi no tengo experiencia aquí?”. Así que la seguridad de tener a alguien detrás apoyándome y guiándome fue decisiva.
2. ¿Qué significa ser un becario ‘Global Trotter’? ¿Cuál es el aspecto más negativo y el más positivo de ser becario?
Para mí, ser un “Global Trotter” es ser una persona aventurera y con la mente abierta. En algunas ocasiones, los miedos nos paralizan y no nos dejan hacer lo que queremos. Tras pasar una fase así en mi vida, decidí que ya era hora de dejar de ponerme muros y lanzarme a lo desconocido. Esta beca fue un paso enorme. Irme sola a otro país era algo que no se me pasaba por la cabeza unos años atrás. ¡Y ahora incluso he repetido!
Ahora bien, por mi experiencia, ser becaria es igual aquí que en la Cochinchina y todo depende de la empresa en la que caigas y del tutor que tengas. Por desgracia, lo más habitual es que deleguen en ti tareas que cualquier persona podría hacer y desperdicien tus habilidades y capacidades.
Ser becaria también tiene sus cosas buenas. En esa época tienes la oportunidad de curiosear y de ser una esponja para absorber todo lo que hay a tu alrededor. Es el momento de arriesgar y demostrar todo lo que vales.
3. ¿Qué te pareció el proceso de selección? ¿Algún consejo para los que están planteándose solicitar estas prácticas?
Como ya he dicho fue el primer año que se organizaba y fue bastante caótico. Las plazas eran gestionadas por un número amplio de fundaciones y empresas y teníamos la posibilidad de enviar nuestra solicitud a cada una de ellas. Esto hizo que algunos seleccionados recibieran ofertas de varias organizaciones y tuvieran que decidir entre una y otra. Bueno para ellos pero un problema para los gestores que tuvieron que estar tirando de lista de reservas durante meses.
Después de la solicitud, pasada la primera criba, realizaban una entrevista personal con la entidad gestora y una prueba de inglés (test por ordenador + prueba oral). Una vez me seleccionaron, tuve que escribir una carta de presentación y grabar un videocurrículum que Sábatica, la entidad gestora que me concedió la beca, enviaría a otra agencia colaboradora en destino para buscar el puesto más adecuado a mi perfil. Lo normal es que el siguiente paso fuera entrevistarse con la empresa, pero en mi caso se saltaron este paso y me ahorré ese mal trago.
Si hay alguien que está leyendo esto antes de cumplimentar la solicitud seré breve: No te lo pienses. Date prisa, ¡¡el plazo de solicitud acaba pronto!!
4. ¿Se cumplieron tus expectativas?
Por naturaleza soy bastante pesimista y siempre me pongo en lo peor, así que me fui con las expectativas bajas respecto a qué tareas podría realizar en un país donde las costumbres son diferentes y el idioma no lo dominaba (a pesar de haber estado toda la vida estudiando inglés, hasta que no te ves allí no te das cuenta de lo poco que sabes…).
No me sentí demasiado valorada en la empresa y muchas veces tenía que buscar y proponer mis propias tareas, ya que había días que no me asignaban nada para hacer. Principalmente se debía al desconocimiento de mis capacidades y conocimientos. El interés hacia los becarios era bastante bajo.
5. ¿Qué hacías en un día normal de trabajo?
Normalmente, me dedicaba a ayudar al departamento comercial con tareas administrativas y a ampliar sus bases de datos para ampliar su cartera de clientes. Con el tiempo colaboré con otros departamentos como el de gestión y organización de eventos o el técnico. Tuve la oportunidad de curiosear y tocar diferentes palos.
También me tocó hacer tareas de “becaria” o no sé como denominar al hecho de, por ejemplo, actuar como croupier en un evento sin ni siquiera saber cómo girar la ruleta. Pero bueno… batallitas divertidas para contar en el futuro a la prole.
6. ¿Qué destacarías como positivo y qué como negativo de tu estancia en el extranjero?
Positivo: la experiencia en general. Utilizaré la manida frase de “una experiencia enriquecedora tanto profesionalmente como personalmente”, pero es la que representa mi estancia allí. Mejorar un idioma, ver cómo funciona una empresa en otro país y compartir tu vida con gente que no conoces y que se convierten en personas indispensables en tu vida desde entonces.
Negativo: no sentirme lo suficientemente estimada en la empresa que me acogió.
7. ¿Has aprendido algo del método de trabajo en ese país que te gustaría que incorporáramos en el nuestro?
A decir verdad, pensaba que me iba a encontrar algo totalmente diferente a este país pero en el fondo había bastantes semejanzas.
Lo que sí note, debido a que el departamento en el que trabajaba era el de ventas, fue la alta competitividad que había en el ambiente. Acostumbrada a trabajar en equipo, encontrarme allí a un grupo de personas que en lugar de buscar un objetivo común, cada uno tenía los suyos, fue muy chocante. Aquello era una jungla, sobrevivía el más fuerte. Vi compañeros que no permanecieron en la empresa ni dos semanas por no llegar a cumplir los objetivos mínimos.
8. ¿Qué pasó después de tu beca? ¿Te contrataron en la empresa? ¿Encontraste otro trabajo– dónde-? Si sí, ¿crees que fue gracias a la beca?
Cuando terminaron los seis meses pasó lo que todo el mundo daba por hecho, que mi periodo en la empresa ya había acabado, al igual que el resto de becarios que pasaba por allí. Así que después de la beca, la dura vuelta a casa y a buscar empleo (y becas) otra vez. Todo lo que he hecho después, en mi opinión, ha estado influenciado por la Global Training y ahora me encuentro en un momento feliz en lo que se refiere a lo laboral. Si no hubiese dado ese paso, quizá ahora estaría arrepentida.
9. ¿Repetirías la experiencia? ¿Por qué?
Sí, sin dudarlo. Incluso si tuviera que ser en la misma empresa. Los seis meses que pasé en Londres me han aportado mucho (uy que me pongo cursi…).
10. ¿Cambiarías o mejorarías algo?
El seguimiento en destino creo que debería ser más personalizado, tanto por parte de la entidad gestora como de la empresa. Lo de cumplimentar un cuestionario cada ciertos meses, que no sabes si alguien va a leer, no me parece muy efectivo. Esto no es algo exclusivo de esta beca, ya que he tenido la suerte de disfrutar de otra similar y el trato fue muy parecido.
Otro punto que mejoraría es que, por lo menos en mi caso, no supe en que empresa iba a trabajar ni cuál era mi destino hasta un par de semanas antes de partir. La incertidumbre me estaba matando. Estaba encantada de irme fuera, ¡pero quería saber donde! No conozco cómo funciona ahora exactamente, aunque creo que este punto ya lo han mejorado.
Y en lo personal, debería haberle echado más cara para que la empresa supiera bien qué era capaz de hacer y me apreciaran más. De eso si que me arrepiento un poquito… (¡¿Dónde están los superpoderes cuando más se necesitan?!)